Mensaje
por Kaeno » Vie 27 Ene, 2006 17:40
El final del programa de Garci me deja un poco huérfano. Allá por el año 95 cuando sólo era un novato aficionado que apenas tenía unas mínimas nociones de cine (había visto casi todas las películas famosas de Hitchcock, la mítica "Ciudadano Kane" y algunas otras premiadas con el oscar) asistí a aquel pase de "El buscavidas", movido por la curiosidad de ver qué daría de si todo aquello. Desde el primer día quedé enganchado al programa y a sus contertulios (que no me parecieron pedantes en absoluto). Poco a poco se fueron abriendo nuevos horizontes, y nombres hasta entonces desconocidos (Ophuls, Dreyer, Renoir, Vigo, Becker, Rossellini y otros) pasaron a ser referentes culturales (y vitales). También de manera paulatina empezaron a caer viejos prejucios, y los westerns, antaño consideradas simples películas de indios y vaqueros, ocuparon un lugar de privilegio entre las mayores obras maestras, poniendo a Ford, Hawks y Mann en el lugar que se merecen.
Aquella primera etapa que duró hasta la primera retirada del programa en mitad del ciclo sobre cine español, fue la mejor, primero por lo que tuvo de descubrimiento, y porque los contertulios eran gente de cine que hablaba sobre cine, en todas sus facetas. De aquellos programas yo destacaría a Mendez-Leite y Juan Tébar que aportaban puntos de vista francamente interesantes.
Después de su vuelta, el programa bajó, sobre todo en las tertulias. Los nuevos invitados no solian ser gente de cine, sino escritores que solian limitarse a hacer análisis de las historias y los personajes, e introducir citas literarias que sí se acercaban a la pedantería en algunas ocasiones (las menos). Así y todo los programas seguían teniendo un alto nivel, y escuchar a la vieja guardia (Garci, Giménez-Rico, Miguel Marías, Torres-Dulce, Lamet y Juan Cobos) era un placer.
En fin, por encima de todo aprendí a ver cine y disfrutarlo. Ahora ese proceso de continuo aprendizaje lo tendré que hacer solo, por eso no puedo sino sentir una desagradable sensación de orfandad