Un verano prodigioso
TÍTULO ORIGINAL: Shchedroe leto (Щедрое лето)
TÍTULO EN ESPAÑOL: Un verano prodigioso
AÑO: 1951
DURACIÓN: 81 min.
PAÍS: Unión Soviética (URSS)
DIRECTOR: Boris Barnet
GUION: Nikolai Dalyokij, Yevgeni Pomeshchikov
MÚSICA: German Zhukovsky
FOTOGRAFÍA: Aleksei Mishurin
REPARTO: Nina Arkhipova, Nikolay Kryuchkov, Viktor Dobrovolsky
PRODUCTORA: Kievskaya Kinostudiya (Kiev Film Studio)
SINOPSIS: Después de la guerra, Piotr Sereda vuelve al koljós -cuyo presidente, Nazar, es amigo y camarada de milicia- para ejercer de contable. Mientras que los equipos agrícolas van viento en popa y su trabajo es apreciado por la jerarquía, Piotr trata incansablemente de hacer ver a Nazar, algo relajado por su gloria, que la productividad del koljós puede multiplicarse. (FILMAFFINITY)
Un nuevo rostro del pudor: 'Shchedroe leto', de Boris Barnet
(Por Jacques Rivette)
A menudo se silencia la verdad: con la excepción de Eisenstein, Boris Barnet debe ser considerado el mejor cineasta soviético. Habría que añadir de inmediato que esta ignorancia tiene su explicación: algunos historiadores mencionan Okraïna (1933) con cierto desdén, quienes pudieron ver "Devushka s korobkov" (1927) serían sin duda contados en poco tiempo, y si completamos con una película de espionaje que nos presentaron furtivamente hace algunos años ("Podvig razvedchika", 1947), perfecta «a la manera Hitchcock», he ahí todo lo que el espectador francés podía presumir de haber apuntado en su registro.
Pero, ¿quién es Boris Barnet? Nadie lo sabrá, murmuraba él mismo; seguramente un hombre de espíritu, de gusto y de corazón; ¿acaso no es eso suficiente? En cuanto al talento, estad seguros que posee una de sus formas más sutiles, que es la de saber transmitirlo a sus jóvenes actrices, y éstas montan en camión o en carreta para encantar a Stendhal. Añadamos que parece modesto y que le gusta esconderse; aquí, algunas malas lenguas dirán que por lo tanto él se camufla; pero lamentables redes, pobres velos, que una sonrisa atraviesa.
Tememos que esta última película no modifique demasiado la situación crítica de su autor y que la confundamos en primer lugar con una de esas óperas cómicas de koljós de las que "Kubanskie kazaki" (Ivan Pyryev, 1950) sigue siendo uno de los ejemplos más agradables. Como toda forma de reserva o de duda podría parecer dar armas a la indiferencia, diré entonces sin más artificios que me gusta esta película falsamente ingenua y de una ingenuidad verdadera y profunda; la mirada de Barnet sobre el mundo, y sobre el universo soviético, es la de la inocencia, pero no la de un inocente: conoce esa exigente pureza y la protege prudentemente de su propio secreto como su demostración más preciosa, el garante más seguro ante un universo quizá cruel, del cual su instinto le invita a desconfiar. (Cahiers du Cinéma, nº 20, febrero de 1953.)
Capturas, comentario y enlaces
La vida en un idílico koljós en la época de Stalin: los bolcheviques, como hombres y mujeres de madera especial y temple de acero. "Nada se nos resiste, al menos en los libros, en los poemas y en los informes a los plenos del Comité Central. No se nos resiste ni siquiera la realidad." (Jorge Semprún tras desencantarse). Recorre la película de cabo a rabo un triunfalismo que espanta a la inteligencia más modesta. La traigo aquí sólo por la admiración que siento por Barnet como cineasta, pero la considero un lunar en su carrera profesional, un "sapo" como tantos otros que tendría que tragarse en aquella sociedad donde cualquiera era sospechoso, cualquiera blanco de verse deportado a los fríos del Norte. Pone aquí Barnet su talento a la altura del poder.
Es una lástima que la copia italiana de cuyos subtítulos me he valido para la traducción no contenga todos los de las canciones que se escuchan en la película. Es también una lástima que no exista un ripeo mejor.
Archivo VO y archivo de subtítulos
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Archivo con subtítulos incrustados
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