Mi querida señorita (Jaime de Armiñán, 1971) DVDRip
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Mi querida señorita (Jaime de Armiñán, 1971) DVDRip
Mi querida señorita. (1972)
Mi querida señorita. De Jaime de Armiñán. Con José Luis López Vázquez, Julieta Serrano y Antonio Ferrandis
Género:
Drama / Romántica
Nacionalidad:
España
Director:
Jaime de Armiñán
Actores:
José Luis López Vázquez
Julieta Serrano
Antonio Ferrandis
Enrique Ávila
Lola Gaos
Chus Lampreave
Cristina Suriani
Ana Suriani
Manolo Otero
Lola Gálvez
María de la Riva
Luis Barbero
Avelino Cánovas
Mónica Randall
José Luis Borau
Productor:
Luis Megino
Guión:
Jaime de Armiñán
José Luis Borau
Fotografía:
Luis Cuadrado
Música:
Rafael Ferro
Sinopsis:
En una ciudad española de provincias, Adela, madura solterona, no se encuentra conforme con su identidad sexual. La llegada de una nueva criada será el detonante de una transformación radical en su vida.
Observaciones: Idea surgida entre Armiñán y Borau. Una de las mejores películas del cine español . Forma parte de lo que se llama la tercera Vía del cine pretransicional. Exteriores rodados en Alcalá de Henares, Bayona, Vigo y Tuy.
1972 Seleccionada para el "Óscar" como mejor película extranjera.
Mi.querida.señorita(1971-DVDrip5.1.1)Rotondas.ogm
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El travestismo en el cine
Aquí os dejo un artículo que he pillado por ahí y que viene al tema de la peli.
El travestismo en el cine
"Es una de las más viejas prácticas de la ficción fílmica, como debe serlo asimismo de
todas las artes de la representación, que se pierden en la noche de los tiempos. Pero, como
se sabe, el cine industrial eludió hasta los años sesenta toda alusión directa a la conducta
homosexual, de modo que asumir la apariencia femenina en un hombre o viceversa era
una forma de engaño ante una situación adversa o una manera de lograr un cometido que
por otra vía no hubiera funcionado. Los ejemplos son innumerables, pero aquí van unospocos: Katharine Hepburn en La gran aventura de Silvia, novia era él, Alec
Guinness en Ocho sentencias de muerte, Burt Lancaster en El temible burlón y los celebérrimos
casos de Anthony Perkins en Psicosis y el dúo Jack Lemmon y Tony Curtis en Con
faldas y a lo loco, Por cierto, el humor y la farsa fue un terreno propicio para el travestismo,
pero el intercambio de roles sexuales resultó siempre para actores o actrices una suerte
de prueba máxima de competencia interpretativa.
A partir de los años sesenta las cosas cabían y el travestismo asume las connotaciones
que antes disfrazó o evadió, aunque no necesariamente todos los filmes se cargaran de
esas signiflcaciones, pues ha seguido siendo materia de equivocas cómicos como en
Tootsie. Pero así como el humor ha sido pródigo al respecto y Víctor o Victoria es casi un
modelo, el travestismo se ha asociado al drama en Torch Song Trilogy, a la tragedia en Un
año de trece lunas, de Fassbinder, o al horror en El inquilino, de Polanski.
Entre las interpretaciones que recrean la transfiguración sexual con mayor capacidad de
convicción en los tiempos recientes destaca la que tiene a su cargo el inglés Terence Stamp
en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto, ese road-movie de travestis que se desplazan
por los desiertos australianos. En realidad, son dos drag-queens y un transexual,
pero a efectos de medir los dotes del arte de la transformación sexual no hay duda de que
el rol de Stamp accede a un grado de refinamiento del que, obviamente, no podría disponer
el transexual de La ley del deseo de Almodóvar. Una mujer —aquí Carmen Maura—
interpretando a, un hombre que se ha convertido en mujer es un reto actoral de menor calibre.
Y, a propósito del cine español, sigue siendo muy recordable el rol “femenino” que
ejecutó José Luis López Vázquez en Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán."
El travestismo en el cine
"Es una de las más viejas prácticas de la ficción fílmica, como debe serlo asimismo de
todas las artes de la representación, que se pierden en la noche de los tiempos. Pero, como
se sabe, el cine industrial eludió hasta los años sesenta toda alusión directa a la conducta
homosexual, de modo que asumir la apariencia femenina en un hombre o viceversa era
una forma de engaño ante una situación adversa o una manera de lograr un cometido que
por otra vía no hubiera funcionado. Los ejemplos son innumerables, pero aquí van unospocos: Katharine Hepburn en La gran aventura de Silvia, novia era él, Alec
Guinness en Ocho sentencias de muerte, Burt Lancaster en El temible burlón y los celebérrimos
casos de Anthony Perkins en Psicosis y el dúo Jack Lemmon y Tony Curtis en Con
faldas y a lo loco, Por cierto, el humor y la farsa fue un terreno propicio para el travestismo,
pero el intercambio de roles sexuales resultó siempre para actores o actrices una suerte
de prueba máxima de competencia interpretativa.
A partir de los años sesenta las cosas cabían y el travestismo asume las connotaciones
que antes disfrazó o evadió, aunque no necesariamente todos los filmes se cargaran de
esas signiflcaciones, pues ha seguido siendo materia de equivocas cómicos como en
Tootsie. Pero así como el humor ha sido pródigo al respecto y Víctor o Victoria es casi un
modelo, el travestismo se ha asociado al drama en Torch Song Trilogy, a la tragedia en Un
año de trece lunas, de Fassbinder, o al horror en El inquilino, de Polanski.
Entre las interpretaciones que recrean la transfiguración sexual con mayor capacidad de
convicción en los tiempos recientes destaca la que tiene a su cargo el inglés Terence Stamp
en Las aventuras de Priscilla, reina del desierto, ese road-movie de travestis que se desplazan
por los desiertos australianos. En realidad, son dos drag-queens y un transexual,
pero a efectos de medir los dotes del arte de la transformación sexual no hay duda de que
el rol de Stamp accede a un grado de refinamiento del que, obviamente, no podría disponer
el transexual de La ley del deseo de Almodóvar. Una mujer —aquí Carmen Maura—
interpretando a, un hombre que se ha convertido en mujer es un reto actoral de menor calibre.
Y, a propósito del cine español, sigue siendo muy recordable el rol “femenino” que
ejecutó José Luis López Vázquez en Mi querida señorita, de Jaime de Armiñán."
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